La Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, establece la obligación de las Administraciones Públicas Sanitarias de orientar sus actuaciones prioritariamente a la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades.
Esta ley prevé que las actividades y productos que, directa o indirectamente, puedan tener consecuencias negativas para la salud, sean sometidos a control por las Administraciones Públicas. Una de estas actividades es el uso recreativo del agua, en concreto el uso de instalaciones de piscinas.
Con el objetivo de prevenir riesgos físicos, químicos o microbiológicos en las piscinas, el Real Decreto 742/2013 describe los criterios sanitarios básicos y mínimos en piscinas, dada la importancia que el correcto mantenimiento del agua de las mismas puede tener para la salud humana. Establece las características que debe tener el agua y el aire en piscinas comunitarias, piscinas cubiertas, centros de hidromasaje o piscinas terapéuticas, de forma que se pueda garantizar la seguridad y la salud pública en estas instalaciones.
Para ello fija las características de los productos, procedimientos de aplicación y análisis periódicos que se deben realizar para garantizar la calidad del agua y el aire de las piscinas, estableciendo un régimen de sanciones, que van desde los 3.000 € a los 600.000 €, para aquellas instalaciones que no apliquen lo dispuesto en este Real Decreto.
En atención a los requerimientos de esta normativa estatal vigente (RD 742/2013) en relación a los criterios técnico-sanitarios de las piscinas, Mantenimientos Aquaglass S.L. ofrece el servicio de elaboración del denominado “Protocolo de Autocontrol”, el cual ha de estar en la propia instalación a disposición del personal de mantenimiento y de la autoridad competente.